Un 13 de mayo de 2007, el Perú lamentó la pérdida de todos los integrantes de la conocida agrupación Néctar. Desde entonces, la cumbia peruana ha mantenido intacta su época de gloria.
El Grupo Néctar fue, sin dudar, una de los grupos de cumbia peruana más representativos. Sus canciones se hicieron populares en países como Bolivia, Ecuador, Estados Unidos e incluso en Europa. Con canciones como “El Arbolito”, “Ojitos Hechiceros” y “Pecadora” realizaron giras internacionales, y se convirtieron así en un emblema de la cumbia peruana.
La mañana del 13 de mayo de 2007, mientras se celebraba el Día de la Madre en Perú, miles de medios de comunicación anunciaban aquel trágico accidente que apagó las voces de unos de los grupos más escuchados del vecino país.
Todo comenzó en la Ciudad de Buenos Aires, cuando Jhonny Orosco, un inmigrante peruano, dejó su natal Ayacucho para iniciar una nueva vida en Argentina como vendedor ambulante a causa de la crisis económica de los años 80. Esto, sin imaginar que posteriormente haría historia en la música peruana.
Junto a su hermano Enrique Orosco, y los músicos Ricardo Hinostroza y Juan Carlos Marchand, en 1995 decidieron formar la agrupación de nombre Néctar. Con el tiempo se fueron sumando más integrantes y lograron ganarse un lugar entre el público peruano y argentino, llenando cientos de conciertos en ambos países.
El trágico accidente en Argentina
Entre aplausos y gritos, el popular grupo de cumbia había terminado otra de sus presentaciones en la discoteca Mágico Boliviano, y tenían que continuar su camino rumbo a La Plata para un evento pendiente. Sin embargo, este espectáculo nunca sucedió.
Johnny Orosco junto a 8 integrantes del grupo y otras 4 personas se subieron a un Mercedes Benz para ser trasladados a la próxima locación. No obstante, durante la madrugada de ese 13 de mayo, el vehículo comenzó a arder en llamas tras chocar contra otro y salirse de la vía. No hubo sobrevivientes.
Tras la explosión en la autopista 25 de mayo, los cuerpos de los músicos quedaron irreconocibles y el vehículo completamente destrozado. Luego se supo que Juan Murillo iba al volante, un empresario peruano que vivía en Argentina y contrató al grupo para un show al día siguiente en la noche.
Antes del rotundo éxito de la agrupación, la cumbia era un género no bien recibido entre el público peruano. Con la internacionalización de este, la percepción de miles de peruanos cambió rotundamente y empezaron a familiarizarse con el ritmo de la cumbia y la chicha.
“Con Néctar, una de las primeras bandas peruanas que tuvo éxito en el extranjero, cambia esta percepción y la cumbia nacional empieza a ser más aceptada por otros sectores sociales”, contó para BBC Mundo Jaime Bailón, autor del libro “Chicha Power”.