Tras treinta años de operar en Rusia, McDonald’s anunció que retirará sus operaciones de aquel país debido a la crisis humanitaria en Ucrania y el papel de Rusia en dicho conflicto bélico. Como resultado de esta salida, la empresa de comida rápida espera registrar un cargo, principalmente no en efectivo, de aproximadamente mil 200 millones a mil 400 millones de dólares para amortizar su inversión neta en el mercado.
McDonald’s explica que el entorno operativo impredecible derivado de la crisis humanitaria en Ucrania los llevó a deducir la insostenibilidad de sus negocios en Rusia. En un comunicado de prensa emitido el 16 de mayo de 2022 puntualizan también, la situación no es consistente con los valores de la cadena.
Debido a esta razón anunciaron la venta de su portafolio de negocios a un comprador local en Rusia, tras la decisión de un cierre temporal dado a conocer el 8 de marzo de 2022. Aunque la empresa iniciará un proceso de “desarme” para impedir el uso del nombre, logotipo y la marca de los restaurantes, McDonald’s conservará sus marcas registradas en Rusia.
Mientras se concreta la venta, la compañía tratará de garantizar el pago a sus 62 mil empleados en Rusia y que estos tengan un empleo futuro con cualquier comprador potencial. En Ucrania, los restaurantes de McDonald’s permanecen fuera de servicio, mientras la compañía continúa pagando los salarios completos de sus empleados en el país. Según el comunicado, también realiza esfuerzos de ayuda locales a través de su fundación de caridad y ofrece apoyo, en forma de donaciones de alimentos, vivienda, y empleo, a los refugiados ucranianos en Europa.
Según la empresa de servicios turísticos Bridge to Moscow, McDonald’s obtuvo en 1988 permiso del Partido Comunista para iniciar actividades en el territorio de la Unión Soviética. Su primer restaurante abrió en 1990 en Moscú, en plaza Pushkinskaya, atrayendo la cifra récord de 30 mil visitantes en su primer día, con tiempos de espera de más de seis horas.
A partir de la guerra de Rusia con Ucrania, diversas empresas anunciaron el cese de operaciones en el país invasor, argumentando la subsecuente crisis humanitaria. Sobre esto último, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional considera que las fuerzas armadas rusas deben responder ante la justicia por crímenes de guerra en la región de Kiev. Según un reporte del organismo, se han realizado ataques aéreos ilegítimos en Borodyanka y ejecuciones extrajudiciales en otras localidades y pueblos.
Debido a la situación bélica, el caso de McDonald’s es el más reciente en una amplia lista de empresas que cesan sus operaciones comerciales en Rusia. Acciones de esta naturaleza buscan sumarse a las sanciones económicas de la comunidad internacional, cuyo objetivo es dificultar las transacciones financieras y presionar al gobierno ruso para salir de Ucrania.