La urbanización actual podría afectar a las especies que viven en el océano como los tiburones urbanos. Esto último se especifica en un estudio dirigido por científicos de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de Miami.
Se prevé que para 2050, el 66 por ciento de la población humana mundial viva en áreas urbanas. La mayoría de las cuales estarán centradas cerca de las costas, afirmó el estudio consultado por NotiPress. Por ello, los investigadores Neil Hammerschlag, Gutowsky, Mitchell Rider, Roemer y Gallagher siguieron los movimientos de tres especies de tiburones: nodriza, toro y gran tiburón martillo, en Miami, Florida.
Por la contaminación acústica, lumínica y química que proviene de la ciudad costera, los investigadores confiaban que los tiburones evitarían las áreas cercanas a la ciudad, pero eso no fue así. Es decir, algunos animales, como los mapaches o palomas, se desarrollan en las ciudades. Estas especies, mejor conocidas como exploradores urbanos, se alimentan más frecuentemente de la basura humana.
Otros animales, conocidos como adaptadores urbanos, pueden mostrar alguna dependencia de las ciudades, pero todavía requieren en gran medida de las áreas naturales. Sin embargo, depredadores terrestres como los lobos, son sensibles a la perturbación humana. Estos evasores urbanos evitan las grandes ciudades, según el estudio consultado por NotiPress.
Neil Hammerschlag, director del programa de Investigación y Conservación de Tiburones, explicó que muy pocos estudios han analizado los movimientos de estos animales en relación con las ciudades. Otros estudios han probado que los depredadores terrestres se alejan de las zonas urbanas, mientras los tiburones también lo hicieran.
“Los tiburones que rastreamos pasaban mucho tiempo cerca de las luces y los sonidos de la ajetreada ciudad, a menudo cerca de la costa, sin importar la hora del día“, añadió Neil. Los investigadores concluyeron que los comportamientos de estos animales rastreados eran similares a los de los adaptadores urbanos. El estudio especuló que los tiburones urbanos podrían ser atraídos a la costa por actividades terrestres, como el descarte de peces o cadáveres.
Que tales animales permanezcan constantemente en las áreas marinas afectadas por las ciudades, puede tener consecuencias tanto para ellos, como para los humanos. “Al pasar tanto tiempo cerca de la costa, estos corren el riesgo de exponerse a contaminantes tóxicos y a la pesca, podría afectar su salud y supervivencia“, aseguró Hammerschlag. Las mordeduras de tiburones en humanos son extrañas, por ello, el estudio apuntó que para evitar un encuentro negativo entre humanos y animales urbanos, se debe promover la coexistencia entre ambas especies.