Recientemente, un estudio reveló que la diabetes tipo 2 y accidentes cerebrovasculares o enfermedad cardíaca en conjunto crean mayor riesgo de demencia. El artículo publicado en Alz Journals detalló que las tres enfermedades no transmisibles (ETN) puede tener un deterioro acelerado en la cognición.
Para obtener estos resultados, los investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia realizaron estudios a un total de 2 mil 577 participantes sin demencia de 60 años o más. Los análisis fueron durante 12 años para observar cambios en la función cognitiva, detectar un deterioro e incidentes sin y con demencia.
Aunado a ello, al inicio de las pruebas se registraron sus exámenes clínicos, incluyendo exámenes de diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Cada uno de los datos, se analizó mediante modelos lineales de efectos mixtos, es decir, una métrica utilizada en estadística para calcular la regresión de la enfermedad.
Tras ello, los resultados arrojaron que la multimorbilidad cardiometabólica aceleró el daño cognitivo en 2,3 años y la demencia en 1,8 años. De acuerdo con el informe, las ETN están asociadas con el sobrepeso u obesidad y una nula actividad física.
Del mismo modo, el documento señala que aquellas personas con una cognición intacta tenían más probabilidades de tener hipertensión y colesterol alto. En tanto, los voluntarios con problemas de tabaquismo y depresión no tuvieron problemas de demencia o alguna otra secuela.
Abigail Dove, coautora del estudio declaró a medios que los resultados han expuesto el riesgo de demencia se ve afectado por tener una de estas enfermedades simultáneamente. Encima, la también estudiante de doctorado agregó que la presencia de más de una enfermedad cardiometabólica aceleró la velocidad del deterioro cognitivo y duplicó las probabilidades de demencia.
“Las combinaciones diabetes-enfermedad cardíaca, diabetes-enfermedad cardíaca-accidente cerebrovascular fueron las más dañinas para la función cognitiva”, expresó Dove. A pesar de esta situación, los pacientes con una sola enfermedad cardiometabólica no mostraron un riesgo significativamente mayor de demencia.
No obstante, los individuos que tenían una sola enfermedad cardiometabólica no mostraron un riesgo significativamente mayor de demencia. “Los resultados muestran que tener solo una de estas enfermedades puede prevenir el desarrollo de una segunda ETN y en consecuencia bajar el riesgo de demencia”, añadió Dove.
Según los investigadores del Instituto Karolinska, la prevención y detección a tiempo de enfermedades cardiometabólicas en la mediana edad, puede ser un factor determinante para la vida. Además, los especialistas esperan en futuros estudios aprender más sobre el mecanismo el cual impulsa esta correlación mediante un examen del impacto de factores genéticos y el uso de imágenes cerebrales.