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¿Qué es la bioterapia y por qué es tan difícil de aplicar para tratar enfermedades?

El intestino humano es capaz de albergar miles de especies bacterianas, algunas de estas tienen la capacidad para ser utilizadas como tratamiento de enfermedades gastrointestinales.

Investigaciones han demostrado que algunas de estas bacterias pueden ayudar a combatir el cáncer de colon, mientras que otras tienen la capacidad de tratar o prevenir algunas infecciones.

Así, expertos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT por sus siglas en ingles) trabajan en los conocidos como bioterapéuticos vivos.

Si bien esta nueva propuesta de terapia a diversas afecciones es prometedora, sufre de un inconveniente, pues estas especies de bacterias se ven perjudicadas por el oxígeno.

Asimismo, esta sensibilidad dificulta su fabricación, almacenamiento y distribución, ante dicha problemática, ingenieros químicos del MIT han desarrollado una protección para las bacterias con base en un recubrimiento.

Dicho recubrimiento les ayuda a sobrevivir el proceso de fabricación, este se ha probado con éxito en una cepa de E coli, esto representa un paso prometedor en la protección de diversas especies.

Ariel Furst, investigador principal del presente estudio comentó:

“Creemos que existen microbios que pueden ayudar con una variedad de enfermedades y que podemos protegerlos para su fabricación y producción. Ademas, hay una gran posibilidad de que este recubrimiento pueda ser utilizado para proteger prácticamente cualquier microbio de interés científico y terapéutico”.

El recubrimiento utilizado en los microbios es una mezcla entre iones metálicos y una serie de compuestos orgánicos llamados polifenoles.

Esta cobertura, al estar en contacto con solución, forma una lámina bidimensional en forma de rejilla, proporcionándoles una protección ante el medio que los rodea.

Hierro, el segundo ion metálico más utilizado en el cuerpo humano fue seleccionado como el candidato principal para este recubrimiento.

Por su parte, los polifenoles utilizados fueron ácido gálico, ácido tánico y epigalocatequina.

Estos polifenoles están clasificados como “generalmente seguros” (GRAS por sus siglas en ingles) por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.

Todo el proceso en conjunto se autoensambla en una capa sobre las células bacterianas individuales, esto les proporciona protección en los procesos de fabricación.

Los científicos comprobaron que la capa de recubrimiento ayudó a las bacterias después de haber sido sometidas a diversos procesos como la liofilización; las bacterias estaban sanas y podían realizar actividades celulares normales.

Bacteroides thetaiotaomicron,

Es el nombre de cepa bacteriana utilizada para comprobar que el recubrimiento de esta tiene la capacidad de digerir carbohidratos y está presente en la microbiota intestinal de personas sanas.

Sin embargo, ha sido difícil comprobar su capacidad terapéutica debido a la alta sensibilidad al oxígeno.

Dicha investigación, promete diversas aplicaciones, no solo en el ámbito de la salud, sino también en campos como la agricultura, ayudando a los cultivos a tolerar el estrés.

Furst hizo hincapié en la actual necesidad por el almacenamiento y transporte en frio, el cual es necesario para su conservación, no obstante la eliminación de este parámetro podría ayudar a desarrollar una mayor cantidad de terapias.

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