Con la transformación digital acelerada debido a la pandemia de Covid-19, las clases y juntas de trabajo entre otras actividades migraron a videollamadas.
Según una encuesta hecha por la Asociación de Internet MX y OCCMundial, durante 2020 nueve de cada diez empleados utilizaron videollamadas con fines estrictamente laborales.
Ahora que se conoce la fatiga por Zoom en consecuencia a los efectos negativos de su uso, un estudio identificó las mujeres son las más afectadas por este cansancio que hombres.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford y la Universidad de Gothenburg buscaba analizar a gran escala el fenómeno de la zoom fatigue.
La investigación, publicada en Social Science Research Netwok, encuestó a 10 mil 591 personas sobre los efectos de las videollamadas, encontrando diferencias importantes entre géneros.
Los investigadores analizaron cinco mecanismos no verbales identificados en los recientes estudios sobre la fatiga por Zoom.
La ansiedad de espejo,
Por verse en la cámara causando depresión y ansiedad, el sentimiento de estar físicamente atrapado, al tener que permanecer en el campo de la cámara.
Además, la hipermirada por el continuo contacto visual y la carga cognitiva de producir señales no verbales, así como de interpretarlas.
Se confirmó luego del análisis, el aumento en la frecuencia y duración de las videollamadas causaba una mayor fatiga en los encuestados.
Además,
Las mujeres eran las más afectadas por el cansancio, sobre todo debido a la ansiedad espejo. Puesto en cifras, uno de cada 20 hombres sufría de una fatiga extrema comparado con una de cada 7 mujeres.
Otros resultados con diferentes variables confirmaron existen más factores los cuales pueden aumentar o disminuir la frecuencia de sufrir fatiga por Zoom.
Por ejemplo, introvertidos, personas jóvenes, siendo negros, latinos o asiáticos, así como en contextos de trabajo es más probable el cansancio de las videollamadas.
Este estudio refuerza la hipótesis por parte de la comunidad científica sobre cómo la pandemia de Covid-19 afecta de manera desproporcionada a ciertas poblaciones más que otras.
Los efectos psicológicos por la crisis sanitaria o situaciones asociadas a ella son objeto de estudio por parte de los investigadores.
En otros estudios ya se describió “la atención centrada en uno mismo” como un fenómeno importante, el cual desencadena diferentes respuestas en los usuarios.
“Todos hemos escuchado historias sobre la fatiga de Zoom y evidencia anecdótica de que las mujeres se ven más afectadas, pero ahora tenemos datos cuantitativos de que la fatiga de Zoom es peor para las mujeres. Lo que es más importante, sabemos por qué“
Declaró Jeffrey Hancock, profesor de comunicación de la Escuela de Humanidades y Ciencias en Stanford y autor del estudio.
Como recomendaciones ante estas problemáticas que afectan más a mujeres y otros grupos poblaciones que a otros, los investigadores señalaron podrían trabajarse en soluciones para evitarlos.
En el caso de la fatiga por Zoom, puede instruirse a las compañías a dar mayores tiempos de descanso entre videollamadas o hacerlas sin necesitar de video.
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