Científicos, gobiernos y empresarios comienzan a unir esfuerzos para implementar tecnologías digitales en el estudio y sostenibilidad de los océanos.
Según especialistas del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se requiere una gran cantidad de datos para medir las condiciones oceánicas y determinar temas de calentamiento global.
De acuerdo con un estudio de la editorial científica Springer Nature, los datos oceánicos son clave para determinar el curso del calentamiento global.
El océano cubre aproximadamente 70% de la superficie terrestre, regula procesos climáticos, y aloja numerosas especies de flora y fauna, algunas cruciales para el consumo humano.
Los riesgos de contaminación y exceso de pesca afectan los ecosistemas marinos, y representan problemas ambientales de gran importancia para todo el planeta, por lo que resulta indispensable contar con datos precisos.
Según el estudio de Springer,
La tecnología digital se aplica en sensores flotantes, satélites, y vehículos autónomos que recolectan información en tiempo real.
Algunas de sus aplicaciones incluyen la medición de actividad pesquera, donde los resultados indican que en 2018 se pescaron 179 millones de toneladas; y la medición de temperatura para estudiar el calentamiento global.
Por su parte, la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA) indicó, el Big Data en los datos oceánicos se emplea para resolver problemas de sostenibilidad y regulación.
Ya que los datos requieren ser cotejados por organizaciones competentes, la transparencia de las plataformas y legislaciones son tan importantes como los sensores mismos y las prácticas de pesca ética en los modelos de negocios, comentó la NOAA.
El WEF informó,
El riesgo de emisiones de carbono aumenta con la aplicación de estas tecnologías, debido a los centros de procesamiento de datos y servidores.
Gracias al uso de energía eléctrica que requieren las tecnologías encargadas de procesar los datos oceánicos, las agencias gubernamentales y centros especializados deben cooperar para evitar el incremento de emisiones derivado del consumo energético.
Asimismo, las prácticas de sostenibilidad aplican para los materiales empleados en la construcción de sensores marinos, en especial ante la falta de logísticas y programas para recuperar dispositivos obsoletos.
Según especialistas de Springer, la falta de cooperación entre los sectores involucrados en los datos oceánicos impide el desarrollo e innovación de medidas anti-obsolescencia para los dispositivos de medición.
La transición hacia gestión de datos oceánicos amigables con el calentamiento global y desde modelos sostenibles requiere implementar tecnologías más eficientes, indicó el WEF.
El acceso a los datos debe ser libre y abierto, con transparencia por parte de los gobiernos, industria pesquera y otros organismos involucrados.
Además el desarrollo de vehículos autónomos y materiales resistentes al deterioro debe ser estandarizado, con objeto de evitar mayores desechos contaminantes en el océano.
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