
El caso que enfrentaba a ambos actores, y que ha marcado un antes y un después en lo que respecta a procesos judiciales de famosos, ya tiene un veredicto.
Tras más de seis semanas de declaraciones, análisis de pruebas e intercambio de acusaciones en el tribunal de Fairfax (Virginia, Estados Unidos), el jurado popular comenzó a reunirse.
El viernes 27 se dio la última sesión con las alegaciones finales de los equipos legales de ambos bandos y, después, empezaron las deliberaciones, que concluyeron con un veredicto que decretó una compensación de 15 millones de dólares de ella a él y de solo 2 millones de él hacia ella.
Siete personas conformaban el jurado popular, un grupo de ciudadanos que siguió presencialmente las 23 vistas orales.

Sin embargo, el debate que tuvieron no era tan sencillo como decir si consideraban inocente o culpable a Johnny Depp o Amber Heard, sino que la jueza, Penney Azcarate, les repartió un documento con varias casillas que debían rellenar para llegar al veredicto unánime que hubo finalmente.
El veredicto resolvió que ambos han de pagar sendas indemnizaciones al otro: ella 15 millones de dólares y él solo 2 millones. Entonces, ¿por qué se está diciendo que Depp ha ganado el juicio?
Al margen de la evidente diferencia en la multa, lo cierto es que esta afirmación se basa en las difamaciones de uno y otro. El jurado popular contestó deliberó que las tres declaraciones de Amber Heard son difamatorias, que se referían a Depp aunque no lo mencionase y que son falsedades que han perjudicado a su expareja.
Sin embargo, del otro lado, las siete personas resolvieron que únicamente la primera de las declaraciones del abogado del actor es difamatoria contra Heard, pero no las otras dos. Y, precisamente, esta diferencia en la deliberación fue el motivo que propició que las indemnizaciones fueran tan dispares.
Por ello, a pesar de las acusaciones, de las declaraciones que se hicieron y las pruebas, el veredicto no resultó en un “inocente” o “culpable”, pues no se trataba de un juicio penal. En el proceso no se juzgaba un delito de maltrato o violencia doméstica, sino un caso de difamación.